Plaza de Toros de la Maestranza – Empresa Pagés

César Girón da una vuelta al ruedo en el 15 de agosto

altCORRIDA DE LA VIRGEN DE LOS REYES. Viernes 15 de agosto de 2008.  

El diestro sevillano César Girón ha dado la única vuelta al ruedo en la tradicional corrida del día de la Virgen de los Reyes, donde sus compañeros de cartel, Luis de Pauloba y Antonio Fernández Pineda, también se fueron de vacío, siendo silenciada sus respectivas faenas.

 

CRÓNICA:

El diestro César Girón hizo lo más destacado en la corrida del 15 de agosto en la Maestranza. Su faena al tercero de la tarde fue lo mejor de una corrida que no registró triunfos debido fundamentalmente al escaso juego del ganado y a la negativa del presidente de conceder oreja a Girón en ese toro.

Se lidiaron toros del Conde de la Maza, bien presentados y desiguales. El tercero fue el más colaborador. Los hubo con complicaciones, como el primero y el sexto.

Luis de Pauloba, silencio tras aviso y silencio.

Antonio Fernández Pineda, silencio y palmas tras aviso.

César Girón, vuelta tras petición de oreja y silencio.

La plaza registró un cuarto de entrada.

César Gitrón dio algún que otro lance estimable al tercero y se preocupó de que no castigaran en varas al toro. Firmó un buen comienzo con doblones y a partir de ahí basó la faena en la mano derecha, lado por donde consiguió ligazón y buen trazo en los muletazos. Tres series diestras dieron paso a una al natural, aunque la mejor tanda fue la última por el lado derecho, con un muletazo muy largo y cadencioso. Girón había creado ambiente de triunfo y se le pidió la oreja de forma mayoritaria después de matar de pinchazo y estocada. A pesar de ello el presidente no concedió el trofeo y se tuvo que conformar con la vuelta al ruedo.

En el sexto, Girón lo intentó con decisión ante un toro manso y violento, pero no pudo sacar nada en claro por la complicación del enemigo.

Abrió plaza Luis de Pauloba con un toro mirón y complicado con el que lo intentó por los dos pitones sin obtener resultado positivo. Tuvo problemas para matar, escuchó un aviso y su labor fue silenciada, igual que en el cuarto. Este toro, grandón y soso, le dejó asomar la calidad de su toreo en algunos muletazos sueltos, pero no pudo construir faena.

Fernández Pineda intentó sacar partido y logró ligar un par de series meritorias al primero de su lote, un toro que ya estaba rajado en la segunda tanda de muletazos. Estuvo por encima de este astado.

En el quinto dibujó algunos lances sueltos y logró dar muletazos estimables por el pitón izquierdo a un toro que se dejaba más por ese lado pero que era inconstante en su forma de embestir. Planteó una faena larga e insistente en la que escuchó un aviso antes de entrar a matar. El mal uso del descabello enturbió una actuación digna.

 

 

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