2º FESTEJO DE ABONO. Viernes 13 de abril de 2007.
El novillero de Gerena Daniel Luque ha dado la única vuelta al ruedo en la novillada celebrada en la Real Maestranza de Sevilla, primer festejo del ciclo continuado que durará hasta el próximo 29 de abril. También hay que reseñar la faena realizada por el camero Oliva Soto al novillo que cerró plaza, que quedó sin premio por culpa de los aceros.
CRÓNICA:
Buena actuación de Daniel Luque en el novillo que abrió plaza. El joven torero de Gerena aprovechó muy bien la noble y manejable embestida del astado de Torrehandilla y construyó una faena interesante. Luque dejó siempre la muleta muy bien puesta en la cara de su oponente, lo que le permitió ligar los muletazos y conectar bien con el público. Se entregó en la estocada y hubo petición de oreja, pero el presidente no concedió el trofeo.
Se lidiaron novillos de Torrehandilla, bien presentados y desiguales en su comportamiento. Fueron aplaudidos en el arrastre cuarto y sexto, aunque el primero también resultó manejable.
Daniel Luque, vuelta tras petición de oreja y saludos tras aviso.
Agustín de Espartinas, silencio y silencio.
Oliva Soto, silencio tras aviso y saludos.
La plaza registró tres cuartos de entrada en tarde de agradable temperatura.
Se desmonteraron en banderillas Juan Sierra e Isaac Galvín.
En el cuarto, Luque volvió a estar por encima de las condiciones de su oponente. Muy dispuesto supo meter en la muleta a un animal que no humillaba y consiguió que la faena adquiriera cuerpo. En este astado falló con los aceros y se tuvo que conformar con saludar desde el tercio.
Agustín de Espartinas se fue a portagayola a recibir a su primer novillo, pero el recibo de capa no pudo tener continuidad al irse muy suelto el astado. Este novillo sufrió dio dos vueltas de campana en el tercio de varas, lo que mermó su condición y le llevó a defenderse en la muleta. Este comportamiento deslució el trasteo del torero de Espartinas.
En el segundo de su lote Agustín de Espartinas encontró a un animal manso que siempre quiso estar al amparo de las tablas. Tampoco pudo lucirse el torero en éste, al que mató de tres pinchazos y estocada para que de nuevo su labor fuera silenciada.
El camero Oliva Soto se llevó en primer lugar el novillo más complicado del encierro, que incluso le propinó un par de volteretas, por fortuna sin consecuencias graves para el torero. Tuvo que desistir ante el peligro de este novillo.
En cambio en el sexto sí tuvo mayor colaboración. Este novillo embestía con claridad y recorrido por ambos pitones y Oliva Soto consiguió enjaretarle buenos muletazos con el sello especial que tiene su toreo. La plaza celebró esta faena, que fue de menos a más, y pudo haberla premiado de no fallar Oliva soto con el acero.