Diego Ventura corta dos orejas en la corrida del Corpus

24º FESTEJO DE ABONO. Jueves 22 de mayo de 2008.  

El rejoneador Diego Ventura, con las dos orejas que cortó al primero de la tarde, ha sido el triunfador de la corrida del Corpues, que en esta ocasión ha contado con la presencia de S.M. El Rey Don Juan Carlos, que estuvo acompañado en el palco maestrante por su hija, S.A.R. la Infanta Elena, y el teniente de Hermano Mayor de la Maestranza. En cuanto a los matadores de toros actuactes, los que más se han acercado al triunfo han sido Salvador Vega y Oliva Soto, que ha dado una vuelta al ruedo en la tarde de su alternativa.

 

CRÓNICA:

El rejoneador Diego Ventura ha firmado un brillante prólogo en la corrida del Corpus, que este año ha contado con la presencia de Su Majestad El Rey y que se ha celebrado a plaza llena. Ventura ha sabido aprovechar a un toro colaborador de Bohórquez para hacer una faena templada y brillante, con la espectacularidad que este rejoneador impone a todo lo que hace. El público ha vibrado sobre todo en dos pares de banderillas en los que se ha dejado llegar mucho al toro. Como además mató de forma fulminante, le han sido concedidas las dos orejas que le colocan como triunfador de esta corrida.

El segundo de la tarde y primero de lidia ordinaria correspondió a Curro Díaz. Resultó ser un toro deslucido que no humillaba ni transmitía pese a que el torero se empleó en sacarle algún partido. La faena tuvo que ser breve y la labor del torero linarense fue silenciada.

El segundo del lote de Curro Díaz tampoco ayudó demasiado. El torero lo intentó por el lado derecho, pero después de la segunda serie, en la que obligó al animal por abajo, se quedó sin enemigo. Lo mejor fue la gran estocada con la que Díaz remató su labor. Silencio de nuevo.

Salvador Vega estuvo cerca del triunfo en el primero de su lote, que fue el tercero de la tarde. El toro de Gerardo Ortega se dejaba –fue el de más calidad de la corrida- y el diestro malagueño se mostró muy relajado, asentado y seguro con él, logrando tres series diestras que hicieron que la faena remontara vuelo. También brilló Vega al natural, citando de frente y haciendo las cosas con mucha verdad. La música acompañó la labor del torero y cuando éste cogió la espada había clima de triunfo. Pero falló con los aceros y perdió toda opción.

En el segundo de su lote lo volvería a intentar el diestro malagueño. Comenzó con un pase cambiado por la espalda en los medios e hilvanó dos series de derechazos antes de que el toro se viniera a menos y limitara su faena, comportándose peor por el pitón izquierdo. Vega no anduvo fino con los aceros de nuevo y su labor fue silenciada.

Oliva Soto tomó la alternativa con el toro Jerezanito, número 3 y de 502 kilos de peso. El joven diestro de Camas puso voluntad en el recibo de capa y, tras recibir el doctorado de manos de Curro Díaz, entonó la faena a base de dos series bien ligadas por el pitón derecho y una más al natural en las que la clave estuvo en dejar la muleta puesta en la cara del toro. A partir de la tercera tanda, el de Ortega se quedó más corto y obligó a Oliva Soto a concluir la faena. Pese a todo, el ambiente era de triunfo, pero Oliva lo estropeó con la espada.

El segundo de su lote dio un susto a Javier Andana en banderillas y se le coló en la primera serie al toricantano. Oliva aguantó y ligó varias tandas que volvieron a caldear el ambiente. En la tercera comenzó a sonar la música, pero en la siguiente, ya al natural, el toro limitó el lucimiento. Otra vez la faena no se pudo redondear y Oliva se quedó con las ganas de triunfar en un día muy importante para él. Además resultó prendido a la hora de matar de forma espectacular, pero por fortuna sin consecuencias graves.