alt12º FESTEJO DE ABONO. Lunes 27 de abril de 2009. 

José Mari Manzanares ha unido su nombre a la nómina de triunfadores de esta Feria de Abril al cortar dos orejas al sexto toro de la tarde. El alicantino ha realizado una faena seria en la que se ha mostrado poderoso y artista a la vez, consiguiendo el unánime beneplácito de la afición sevillana. También El Juli puntuó al cortar una oreja del segundo toro, mientras que Rivera Ordóñez se fue de Vacío y salió ileso de una espeluznante cogida al entrar a matar a su primer toro.

 

CRÓNICA:

José Mari Manzanares se ha convertido en uno de los grandes triunfadores de la Feria de Abril después de la faena realizada al sexto de la tarde, al que entendió muy bien en una labor poderosa y estética al mismo tiempo que fue premiada con las dos orejas.

Se lidiaron cuatro toros de Daniel Ruiz y dos –primero y tercero- de Gavira, desiguales de comportamiento, destacando segundo y sexto.

Rivera Ordóñez, silencio y silencio.

El Juli, oreja y silencio.

José Mari Manzanares, silencio y dos orejas.

La plaza se llenó en tarde soleada y fresca.

Manzanares no se lució de capa en el toro del triunfo, pero sí lo hizo en el comienzo de la faena de muleta después de que el toro manseara en varas y llevara la cara alta en la brega. El alicantino se dobló muy bien y llevó larga la embestida del toro en el arranque de faena y luego comprobó como el de Daniel Ruiz se quedó muy corto en el primer intento de toreo por el pitón derecho. Ya en la segunda  serie se impuso e hizo tragar al toro, que se tragó la tercera tanda por el pitón diestro.

Manzanares hizo al toro en esta primera mitad de faena y en la segunda fue cuando subió el nivel artístico, con dos series zurdas que tuvieron momentos de gran calidad y dos últimas series por el lado derecho con gran garra, rematadas de forma espléndida con trincherazos preciosos. Ahí la Maestranza se rindió al torero alicantino, que firmó su gran obra con una soberbia estocada que le puso en las manos las dos orejas.

Manzanares no encontró colaboración alguna en el primero de su lote. Fue un toro de Gavira que se lo pensaba y se defendía constantemente, rajándose en la tercera serie de muletazos, tras la que se fue descaradamente a buscar chiqueros. La estocada con la que remató su labor fue lo único destacable.

El Juli también consiguió triunfar en su primero. El torero fue muy superior a su oponente, que si bien embistió en las primeras series, luego, al verse podido, se agotó pronto. El Juli mostró gran disposición y sacó todo el partido al toro en una faena seria en la que destacaron series de mano baja por ambos pitones. El Juli se entregó en la estocada y consiguió una oreja.

No pudo rematar su triunfo en el quinto, un toro que siempre iba andando a la muleta, mostrándose reservón y midiendo mucho al torero. El Juli lo intentó pero tuvo que desistir ante la falta de colaboración de su oponente.

Francisco Rivera Ordóñez protagonizó los momentos más angustiosos de la corrida al resultar cogido de forma espeluznante al entrar a matar al primero de la tarde. El toro lo tuvo prendido en los pitones durante largos segundos, haciendo trizas el vestido de luces del torero, pero sin ocasionarle daño alguno por fortuna. En ese toro, uno de los de Gavira que completaron la corrida de Daniel Ruiz, Rivera no logró conectar con los tendidos por la falta de transmisión del astado.

Al cuarto le costaba ir hacia delante y tampoco transmitía, por lo que la faena de Rivera Ordóñez no caló en el tendido. El diestro estuvo por encima del toro pero sin poder calentar el cotarro. Su labor fue silenciada.

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