5º FESTEJO DE ABONO. Jueves 20 de abril de 2006.
Pepín Liria y Manuel Jesús ‘El Cid’ fueron los protagonistas de la tarde al cortar una oreja cada uno. El diestro murciano lo hizo al cuarto toro de Victorino y El Cid a un sobrero de La Dehesilla lidiado en sexto lugar. La corrida tuvo momentos de interés protagonizados fundamentalmente por estos diestros, aunque también gustó al respetable la primera faena de Luis Miguel Encabo a su primer toro, premiada con una fuerte ovación que el torero saludó desde el tercio.
CRÓNICA:
Gran expectación para esta quinta corrida del abono sevillano. La plaza se llenó para ver los toros de Victorino y a una terna formada por Pepín Liria, Encabo y El Cid, torero este último que el año pasado abrió la Puerta del Príncipe con estos toros.
Se lidiaron cinco toros de Victorino Martín y un sobrero de José Luis Pereda. Los titulares bien presentados y de juego desigual. El sobrero estuvo bien presentado y colaboró con el torero.
Pepín Liria, silencio y oreja tras aviso.
Luis Miguel Encabo, saludos y silencio.
Manuel Jesús ‘El Cid’, ovación y oreja tras aviso.
La plaza se llenó.
Al final, fueron Pepín Liria y El Cid los triunfadores del festejo. El diestro murciano estuvo muy dispuesto toda la tarde y plantó cara a su primero, un toro que no acabó de emplearse y que no le ayudó. Pero donde Liria realizó un esfuerzo y logró la meta del triunfo fue en el segundo de su lote, al que logró dar pases buenos después de meter en la muleta al de Victorino. Fue una faena larga y de mérito que fue rematada de estocada y que puso en manos de Liria la primera oreja de la tarde. El murciano había comenzado su actuación en este toro yéndose a portagayola.
Hasta el sexto toro hubo que esperar para que se produjera el triunfo de El Cid. Ya en su primero el torero toreó largo con la mano izquierda a un toro de Victorino que se vino abajo a mitad de la faena. El Cid sentó las bases de su triunfo en éste, pero fue en el sexto cuando lo logró. El titular de Victorino fue devuelto a corrales y en su lugar salió un sobrero de Pereda que tuvo un comportamiento noble en la muleta. El Cid lo toreó templado de capa y lo entendió muy bien durante todo el trasteo, brillando de forma especial su toreo al natural. La faena creció en intensidad y después de una estocada el torero de Salteras paseó una oreja.
Encabo también gustó en su primer toro, al que toreó templado con el capote y luego le hizo cosas interesantes en una faena larga a un toro cambiante en su embestida. El quinto ‘victorino’ fue un animal con las fuerzas medidas, lo que limitó la labor del torero madrileño pese a que estuvo voluntarioso e intentó sacarle partido.
Deje un comentario
You must be logged in to post a comment.