17º FESTEJO DE ABONO. Sábado 28 de abril de 2007.
El Fandi se ha llevado las ovaciones más fuertes de la tarde en los tercios de banderillas que ha protagonizado en sus dos toros. Estos han sido los momentos más vibrantes de una corrida marcada por el escaso juego de los toros de José Luis Marca, en la que ninguno de los toreros pudo lograr el triunfo. El propio Fandi no pudo construir faenas destacadas ante ninguno de sus oponentes, igual que El Cordobés y Rivera, que no pudieron evitar irse de vacío de la Maestranza sevillana.
CRÓNICA:
El Fandi fue el torero que más conectó con el público, logrando que la plaza se pusiera en pie para ovacionar sus espectaculares tercios de banderillas. Protagonizó los momentos más vibrantes de una corrida que careció de emociones fuertes debido fundamentalmente al escaso juego desarrollado por la corrida de Marca.
Se lidiaron seis toros de José Luis Marca, el sexto fue un sobrero del mismo hierro, bien presentados y que dieron poco juego.
Manuel Díaz ‘El Cordobés’, silencio y silencio.
Rivera Ordóñez, silencio y silencio tras aviso..
El Fandi, silencio y silencio.
La plaza registró lleno de ‘no hay billetes’ en tarde soleada de buena temperatura.
El Fandi en su primero se propuso levantar la tarde, por eso lo recibió con dos largas cambiadas en el tercio y lances espaciados porque el toro se iba suelto del capote. Cerró el recibo con media de rodillas. Con las banderillas fue todo un espectáculo con dos pares de la moviola y un tercero al violín que puso la plaza en pie. El clima creado no pudo tener continuidad en la faena de muleta porque el toro no fue claro y se agotó pronto. Pese a ello El Fandi lo intentó. Pinchó antes de agarrar una estocada casi entera que necesitó de dos descabellos.
En el segundo de su lote se repitió la historia en el tercio de banderillas, en el que llegó a poner cuatro pares. Destacaron el segundo, de dentro a fuera, y el tercero por dentro. El toro quedó con una embestida un tanto descompuesta en la muleta y se desinfló pronto. El Fandi quiso poner lo que el toro no tenía y se esforzó con mucha voluntad. La estocada no fue suficiente y necesitó de tres descabellos que enfriaron a la gente.
El Cordobés no pudo hacer nada ante el toro que abrió plaza. Este ejemplar de Marca se echó cuando el torero intentaba sacarlo de las tablas para iniciar la faena. Pudo acusar las dos volteretas que sufrió en los primeros tercios, además de su baja raza.
En el cuarto, Manuel Díaz pudo al menos intentar el toreo en redondo con un toro que iba, aunque siempre acusando su falta de poder. En la tercera serie el animal empezó a rajarse y la faena no remontó vuelo pese a la insistencia del torero.
Rivera Ordóñez recibió a pies juntos a su primero, al de dio buena media. La poca fuerza de este animal hizo que se defendiera en la muleta y que no tuviera ninguna transmisión. Estas circunstancias marcaron la labor de Rivera, que lo mantuvo en pie y le dio muletazos, pero sin poder construir faena por la debilidad del oponente. No anduvo fino con los aceros en éste.
También toreó templado con el capote al quinto, toro que quedó sin gas después de su paso por el caballo de picar. A éste lo banderilleó con mucha seguridad, logrando pares lucidos que fueron ovacionados con fuerza por el público. El comienzo de la faena de muleta tuvo interés porque el toro embistió con vibración, pero pronto empezó a pensárselo y a venirse abajo. Rivera insistió en el intento, pero no pudo construir nada. Pinchó en cinco ocasiones, lo que impacientó al público.
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