19º FESTEJO DE ABONO. Domingo 29 de abril de 2007.
El diestro madrileño José Pedro Prados ‘El Fundi’ ha cortado la única oreja de la tarde en la tradicional corrida de Miura, festejo en el que también hubo petición para Juan José Padilla después de una actuación vibrante llena de riesgos y peligros para el torero jerezano. El presidente no concedió el trofeo, por lo que sólo se contabilizó la oreja de El Fundi en el toro que abrió plaza, uno de los ejemplares que se dejaron en la corrida de Miura, en la que el segundo toro fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Javier Valverde también lo intentó en sus dos toros, pero finalmente se fue de vacío.
CRÓNICA:
El Fundi abrió de forma triunfal la tarde de Miura al cortar una oreja al primero de los toros llegados desde Zahariche, animal que no estuvo sobrado de fuerza pero que se dejó bastante, permitiendo al torero madrileño torearlo sobre todo por el pitón derecho. El Fundi estuvo centrado y con mucho oficio en este toro, que resultó más complicado por el lado izquierdo al hacer hilo con el torero. Como también mató de una estocada fulminante logró el premio de una oreja.
Se lidiaron toros de Miura, el tercero sobrero del mismo hierro, bien presentados y desiguales de comportamiento. El segundo fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
El Fundi, oreja y saludos.
Juan José Padilla, división de opiniones al saludar tras aviso y vuelta al ruedo tras petición de oreja.
Javier Valverde, silencio tras aviso y saludos.
La plaza se llenó.
En el segundo de su lote, Fundi encontró un toro con más complicaciones. Colocó banderillas con oficio y en la faena intentó sacar partido de un animal que se revolvía y hacía hilo y que por el pitón izquierdo resultaba intratable. Otra vez mató bien y ahora saludó desde el tercio.
Juan José Padilla tuvo otro de los toros destacados de la corrida de Miura, un ejemplar de gran envergadura y trapío que demostró su poder derribando en el primer puyazo. Después de un tercio de banderillas que compartió con El Fundi, Padilla comprobó que el izquierdo era el pitón del toro y planteó faena por ese lado después de una primera serie diestra frustrada. Los mejores momentos los logró cuanto atacó a su oponente, pero a esas alturas la gente había tomado partido por el toro. Este ejemplar, de nombre Morisco, fue premiado con la vuelta al ruedo por el presidente.
En el segundo de su lote, Padilla se fue a portagayola para protagonizar los momentos más tensos de la tarde. El toro lo desequilibró, lo tiró contra el suelo y rozó su pitón por el cuello del torero. La plaza vivió la situación con angustia hasta que el torero recuperó la verticalidad y comenzó a dar lances, no sin antes propinarle al toro una nueva larga cambiada. Padilla mantuvo el tono de interés en banderillas, sobresaliendo el tercer par al violín. Ya en la faena de muleta comenzó sentado en el estribo y de rodillas, sufriendo un nuevo arreón del toro, que presentaba muchas complicaciones. El torero plantó cara y protagonizó una lucha angustiosa. Al final el público quiso premiar el esfuerzo con una oreja y la pidió, pero el presidente no consideró oportuno conceder el trofeo.
Javier Valverde se las vio con el sobrero de 630 kilos, al que ya toreó entonado con el capote. La faena de muleta estuvo presidida por la firmeza del torero, que se peleó e hizo un esfuerzo ante su oponente. Mató mal y perdió toda opción a recompensa.
El sexto estuvo muy medido de fuerza, por lo que su embestida resultaba renqueante. Al no poder completar sus embestidas, el toro comenzó también a revolverse y a desarrollar peligro. Valverde no dio un paso atrás y le plantó batalla, pero´luego pinchó tres veces al toro y perdió opciones.
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