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13º FESTEJO DE ABONO. Martes 20 de abril de 2010. 

Los diestros Julián López ‘El Juli’ y José Mari Manzanares cortaron dos orejas cada uno en la corrida del martes de farolillos, llenando de contenidos brillantes una tarde en la que el público disfrutó de lo lindo. El Juli le cortó dos orejas al cuarto toro, excelente ejemplar en la muleta de Torrealta, al que cuajó una gran faena, mientras que Manzanares estuvo a gran altura en sus dos toros, haciendo un esfuerzo en el peligroso quinto.

 

CRÓNICA:

Buena tarde de toros la vivida en este décimo tercer festejo del abono. El Juli y Manzanares se encargaron de llenar la tarde con contenidos muy rotundos que mantuvieron al público completamente centrado en la corrida durante todo su desarrollo. El Juli cuajó una gran faena al cuarto, de nombre Zurcidor, que le valió las dos orejas. Manzanares, por contra, estuvo muy centrado, entregado y seguro en sus dos toros, sacándoles partido y cortando una oreja de cada uno de ellos.

Se lidiaron toros de Torrealta, bien presentados y de desigual comportamiento. Destacó el cuarto, excelente en la muleta. El más complicado fue el quinto.

Julián López ‘El Juli’, ovación y dos orejas.

Manzanares, oreja y oreja.

Daniel Luque, silencio y silencio.

Lleno de no hay billetes.

Parte médico: El banderillero Luis Blázquez fue atendido en la enfermería de herida inciso contusa en el borde mandibular izquierdo que se dirige hacia arriba con una extensión de ocho centímetros, que rompe aponeurosis facial y algunas fibras del músculo macetero sin tocar la carótida, aunque la contunde. No hay lesión de nervios ni vasos importantes. Al salir el pitón ha hecho un scalp. Pronóstico menos grave.

Ya estuvo El Juli fácil y capaz con el capote en el toro que abrió plaza. Entonado resultó el comienzo de faena, destacando un cambio de mano. En la primera serie se dedicó a construir la embestida de un toro pronto que se dejaba torear pero sin entregarse del todo. La segunda serie fue más redonda. También al natural lo empujó hacia adelante en una labor técnica con un toro que tenía su dificultad. Mató de estocada efectiva. Ovación.

El segundo era bajo y de bonitas hechuras. También Manzanares se dedicó primero a construir la embestida de un toro al que le costaba llegar al final del muletazo. A base de sobar consiguió una serie de derechazos en los medios muy bien ligada que hizo reaccionar a la plaza. La siguiente fue muy buena tambien, rematada con excelente desprecio. Fue una faena en la que el torero hizo al toro y después le sacó todo el partido Mató de más de media tendida y cortó una oreja.

Más limitado estuvo el tercero, parado, defendiéndose y sin chispa. Luque lo toreó con suavidad y limpieza al natural, pero no consiguió transmitir. En una serie por la derecha se enfadó más y puso lo que al toro le faltaba, pero el animal no daba para más. Mató de buena estocada. Silencio

El cuarto manseó en el caballo, yéndose suelto. Pese a ello, El Juli, convencido de sus cualidades, lo brindó al público y en los medios ligó una serie de mérito a un toro que repetía y transmitía. La segunda serie fue igualmente emotiva. La tercera al natural fue cumbre, y la cuarta igual, con naturales largos y despaciosos. Lo siguió cuajando por el lado derecho hasta cuajar un faenón rotundo. Mató de estoconazo y le fueron concedidas las dos orejas, para el toro, de nombre Zurcidor, número 93, de 492 kilos de peso, se pidió la vuelta al ruedo que el presidente no concedió.

Manzanares toreó enrabietado de capa al quinto, que también hizo cosas de manso en los primeros tercios. No se dejó picar, huyendo de los caballos, y esperó en banderillas. Manzanares se dobló con autoridad en el arranque de la faena y apostó por un toro con muchas complicaciones. Hizo un esfuerzo y tragó mucho por la derecha, pitón en el que basó una faena de mucho mérito e importancia a un toro peligroso. No se cansó de estar en la cara de este complicado astado hasta sacarle todo el partido. Lo mató de buena estocada y el toro, ya echado, corneó a Blázquez en la cara. Esto enfrió los ánimos pero aún así a Manzanares le concedieron una oreja.

Hubo lances estimables en el recibo de capa al sexto. Daniel Luque comenzó con estatuarios la faena y templó bien en la sefunda serie. En la tercera hubo limpieza, pero la labor del torero no acababa de calar en el tendido. Así transcurrió la faena, sin llegar a romper. Mató de estocada casi entera y descabello y fue despedido con silencio.

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