21º FESTEJO DE ABONO. Domingo 17 de mayo de 2009.
Los novilleros Miguel Giménez y Juan Carlos Cabello han caído heridos en la accidentada novillada celebrada esta tarde en la Real Maestranza de Sevilla, festejo que no ha registrado triunfo por parte de ninguno de los integrantes del cartel. El sevillano Javier Velázquez tuvo que matar cuatro novillos por percence de sus compañeros.
CRÓNICA:
La tarde resultó de lo más accidentada, con dos novilleros heridos y un tercero que no pudo conseguir el triunfo tras matar cuatro novillos debido a la falta de colaboración del ganado.
Se lidiaron cinco novillos de Hdros. de Salvador Guardiola y un sobrero -el primero- del Conde de la Maza, bien presentados y de escaso juego en general.
Javier Velázquez, silencio tras aviso, silencio, silencio y silencio.
Miguel Giménez, cogido en su primero.
Juan Carlos Cabello, silencio tras aviso y saludos tras aviso.
La plaza registró media entrada.
Saludaron en banderillas: José Manuel Montoliú, José Otero, Antonio García y Daniel Duarte.
Partes médicos:
Miguel Giménez fue atendido en la enfermería de “herida inciso contusa en cara posterior tercio superior de muslo derecho, con una trayectoria hacia abajo de 25 centímetros de longitud que rompe la aponeurosis del biceps femoral y desgarrando algunas de sus fibras, intenta salir por la piel del tercio inferior. Pronóstico menos grave”.
Juan Carlos Cabello sufre “herida inciso-contusa por asta de toro en cara posterior de tercio inferior de muslo izquierdo que diseca fibras de la inserción del biceps femoral con una trayectoria hacia arriba de 15 centímetrosy otra hacia fuera de 10 centímetros, con orificio de salida al final de esta trayectoria. Pronóstico menos grave”.
Abrió plaza el algabeño Javier Velásquez, que en su primero, un sobrero del Conde de la Maza, se mostró capaz y templado con un novillo que no transmitía nada. Por mucho que lo intentó no pudo lucirse. Mató de estocada desprendida y seis descabellos y su labor fue silenciada.
El segundo de la tarde cogió en el inicio de faena al valenciano Miguel Giménez, cuando intentaba un estatuario. Pasó a la enfermería, por lo que Javier Velázquez se tuvo que hacer cargo del novillo. El sevillano sólo pudo dar algunos naturales sueltos a un animal muy tardo que terminó parado por completo.
Juan Carlos Cabello se mostró pinturero en el recibo de capa al tercero, un novillo que se dejó hacer pero al que le faltó transmisión, de ahí que la faena de muleta no llegara a remontar vuelo. A Cabello le costó llegar al público, destacando en dos circulares invertidos al final del trasteo. Su labor fue silenciada.
El cuarto correspondió a Javier Velázquez y fue un novillo de embestida templada aunque no acababa de humillar. En este, Velázquez mostró su buen sentido del temple en varias series diestras hasta que el animal se vino a menos, desluciendo su labor. Mató de pinchazo y media. Silencio.
El quinto fue para Juan Carlos Cabello, que lo recibió con una larga cambiada en el tercio. De la faena sobresalió una serie al natural antes de que este novillo también se viniera abajo. Su insistencia le llevó a sufrir una voltereta de la que salió herido, no pudiendo matar el sexto.
Javier Velázquez tuvo que hacerse cargo de este último astado, un bonito novillo ensabanao que fue un manso integral, quedando muy parado para la muleta. La insistencia del novillero no sirvió para sacar nada positivo.
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