alt26º FESTEJO DE ABONO. Domingo 8 de junio de 2008. 

El novillero mexicano Mario Aguilar ha realizado lo más destacado de la tarde en la novillada celebrada en la Maestranza sevillana. Aguilar ha sido quien ha estado más cerca del triunfo, siendo ovacionado al igual que el albaceteño Miguel Tendero, quien se ha mostrado solvente en su lote. La labor del algecireño Salvador Barberán ha sido silenciada.

 

CRÓNICA:

El mexicano Mario Aguilar se acercó al triunfo en el primero de su lote y segundo de la tarde. El novillero de Aguascalientes encandiló con un buen comienzo de faena y con una rematadísima serie diestra -la segunda- que provocó los oles más sonoros de la tarde. El temple y la suavidad del chaval también se puso de manifiesto por momentos en su toreo al natural a un novillo con calidad pero justo de fuerzas al que había que hacer las cosas muy bien. La faena no mantuvo la misma intensidad en el tramo final y después de una estocada la labor de Aguilar fue ovacionada.

Se lidiaron novillos de Villamarta, bien presentados y desiguales de comportamiento, destacando el segundo y dejándose también tercero y cuarto aunque sin transmisión.

Salvador Barberán, silencio y silencio tras aviso.

Mario Aguilar, saludos y ovación.

Miguel Tendero, saludos y saludos.

La plaza registró más de media entrada.

En el segundo de su lote chocó contra la falta de entrega del novillo de Villamarta, al que le costaba humillar. El mexicano lo intentó con firmeza pero no pudo sacar mucho partido de un animal que acabó rajado por completo.

El otro destacado de la tarde fue Miguel Tendero, que se mostró capaz y solvente en su primero, logrando momentos además de buena plasticidad, donde quedó demostrado que es un torero con expresión. Aprovechó que el novillo se dejaba hacer para mostrarse muy superior y ligar muletazos por ambos pitones, aunque por el izquierdo le costaba más al de Villamarta. Después de una estocada su labor mereció una ovación del público.

En el novillo que cerró plaza, Tendero no tuvo enemigo dada la flojedad del novillo. Lo intentó todo en un trasteo largo y voluntarioso y al final escuchó una nueva ovación.

Repetía en la Maestranza Salvador Barberán después de cortar una oreja en su primera comparecencia y no pudo repetir triunfo, aunque de nuevo dejó entrever su personal estilo. Su primero fue un novillo completamente rajado y parado ante el que no pudo hacer nada. Su labor fue silenciada.

En el segundo de su lote lo intentó con un animal que se dejaba algo más, pero la faena no remontó vuelo. La falta de transmisión del novillo y los tropiezos que tuvo la faena jugaron a la contra de un buen desenlace, de modo que de nuevo hubo silencio para Barberán tras escuchar un aviso.

 

 

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