NOVILLADA FUERA DE ABONO. Domingo 10 de septiembre de 2006.
El novillero Oliva Soto ha vuelto a sorprender en la Maestranza al realizar lo más destacado de la tarde y cortar dos orejas, una de cada novillo de su lote. El camero tuvo el mejor lote de la novillada de Yerbabuena -propiedad de Ortega Cano- y sus dos faenas contaron con momentos de gran calidad, además de mostrar en todo momento una gran disposición. Sus compañeros de terna, Antonio Nazaré y Salvador Fuentes, no tuvieron tanta suerte con sus lotes y no pudieron lograr el triunfo, aunque Fuentes saludó desde el tercio al finalizar sus dos faenas.
CRÓNICA:
Oliva Soto ha realizado lo más destacado de la tarde en la Maestranza, consiguiendo cortar una oreja de cada uno de sus novillos en un triunfo que ratifica el logrado en el mes de mayo en esta misma plaza. A su primero lo entendió bien a base de dejarle la muleta en la cara y ligar los muletazos. Rompió la faena y lo mejor llegó en una serie al natural de gran calidad. Pese a pinchar una vez, logró una oreja.
Se lidiaron novillos de Yerbabuena, bien presentados y de juego desigual, sobresaliendo segundo y quinto.
Antonio Nazaré, silencio y silencio tras aviso.
Oliva Soto, oreja y oreja.
Salvador Fuentes, saludos y saludos.
La plaza registró más de un cuarto de entrada.
Al segundo de su lote, novillo de mucha transmisión que brindó a Ortega Cano, volvió a dejarle la muleta puesta y ligó pases que llegaron al tendido. Otra vez con la zurda llegaron los mejores muletazos y aunque en las series posteriores hubo algunos tropiezos, el conjunto tuvo emoción. Como Oliva Soto se fue detrás de la espada, consiguió otro trofeo que le colocan como triunfador por el momento entre los novilleros que han pasado por Sevilla.
Antonio Nazaré, que sustituía al lesionado Curro Chicuelo, se las vio con el peor lote de la novillada. Su primero se rajó pronto, se paró y no dio opciones y el cuarto fue manso y distraído. La disposición del novillero le hizo estar por encima del lote.
Salvador Fuentes tuvo un primer novillo que se quedaba corto y que acabó por apagarse en la muleta. Mató de buena estocada. Al sexto, que brindó a Morante, le pudo dar alguna serie templada y estimable por el lado derecho antes de que el novillo se agotara. Su insistencia no dio frutos y esta vez pinchó. Fue ovacionado en su lote.