10º FESTEJO DE ABONO. Sábado 21 de abril de 2007.
El diestro francés ha cortado la única oreja en una de las tardes más esperadas de la Feria, mientras que Alejandro Talavante ha realizado una gran faena al sexto que al final ha malogrado con los aceros, quedando su labor sin premio. Castella brilló especailamente en la faena al toro que abrió plaza, al que toreó muy centrado y templado. Talavante aprovechó muy bien al sexto toro, un bravo ejemplar de Torrealta que le permitió dar series muy ligadas al natural que llegaron mucho al público. Pinchazos y descabellos le apartaron del triunfo. Miguel Ángel Perera no tuvo tanta colaboración en su lote y se fue de vacío.
CRÓNICA:
La tarde tuvo un buen comienzo de la mano de Sebastián Castella, que entendió muy bien al primer toro de Torrealta y construyó con él una faena que mereció el premio de la oreja. Comenzó con pases cambiados por la espalda y luego se echó la muleta a la izquierda para ligar buenas series. Firme y asentado, Castella también ligó un par de series por el lado derecho y brilló hasta que el toro aflojó su ritmo. Mató de una estocada con entrega y algunos espectadores incluso reclamaron la segunda oreja. El presidente dejó el premio en una.
Se lidiaron cinco toros de Torrealta, muy bien presentados y de juego desigual, destacando el primero y el sexto. El quinto fue un sobrero de Zalduendo que se agotó pronto.
Sebastián Castella, oreja con petición de la segunda y silencio.
Miguel Ángel Perera, ovación y silencio.
Alejandro Talavante, ovación tras aviso y ovación tras aviso.
La plaza registró lleno de ‘no hay billetes’.
En el segundo de su lote comenzó con estatuarios y también se dispuso a ligar los muletazos ante un toro bastante complicado que no le dejó llegar al nivel logrado en su primero. Con todo, estuvo valiente y entregado aunque se le fuera la mano al matar.
El otro punto clave de la corrida llegó en el sexto de la mano de Alejandro Talavante. El torero, que se presentaba en la Maestranza como matador de toros, dejó constancia de su buenas formas toreras en una faena que alcanzó su máxima brillantez en el toreo al natural. Talavante ligó muletazos en un palmo de terreno al mejor toro de la corrida y caldeó los tendidos. Tanto es así que de no fallar con los aceros hubiera podido cortar dos orejas.
En el primero de su lote sufrió una fuerte voletereta por fortuna sin mayores consecuencias. El toro tuvo complicaciones y él le plantó cara sin conectar demasiado con el público en las primeras series, que al final reconoció el esfuerzo del torero.
Miguel Ángel Perera tuvo un primer toro un tanto brusco en sus acciones que le planteó problemas de acoplamiento, de ahí que la faena no cogiera vuelo. Em el quinto, sobrero de Zalduendo, comenzó toreando ligado por el lado derecho en un par de series hasta que el astado fue perdiendo gas y dejando al extremeño sin opciones en su primera tarde de la Feria.
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