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21º FESTEJO DE ABONO. Domingo 9 de mayo de 2010. 

Fue una tarde de silencios para los novilleros actuantes, mientras que las únicas ovaciones que se escucharon estuvieron dedicadas a dos novillos de Yerbabuena, en concreto al cuarto y al sexto, que fueron los más destacados de una novillada desigual de comportamiento.

 

CRÓNICA:

El primero de la tarde blandeó en los primeros tercios. Paco Chaves colocó banderillas, destacando un par al violín por los adentros. En la muleta el novillo se comportó con temperamento, apretando y revolviéndose, y el novillero pacense tuvo dificultades para acoplarse, pasando por apuros en varias ocasiones. Mató de estocada y cinco descabellos.

Se lidiaron novillos de Yerbabuena, bien presentados y de juego desigual. Destacaron cuarto y sexto, ambos ovacionados en el arrastre.

Paco Chaves, silencio tras aviso y silencio.

Patrick Oliver, silencio y silencio tras aviso.

Antonio Rosales, silencio y silencio tras aviso.

Más de media entrada.

El francés Patrick Oliver no pudo lucirse de capa en el segundo de la tarde. El novillo se cayó en banderillas y acusó la falta de fuerzas en la muleta, donde le costó desplazarse. Cuando empezaba a meterlo por la derecha el novillo lo volteó, sufriendo un fuerte golpe en la rodilla. Se recuperó e intentó sacar partido de su oponente con la zurda, pero se encontró con un novillo molesto y a la defensiva. Mató de buena estocada.

Antonio Rosales puso voluntad con el tercero, un novillo que no se entregaba y que no prestaba emoción a lo que le hacía el novillero madrileño. Pinchazo y estocada y su labor fue silenciada.

Muy entonado estuvo Chaves con el capote en el cuarto, que metió muy bien la cara en el engaño y se desplazó con recorrido. También se lució en banderillas, arriesgando mucho. Sin embargo con la muleta no se entendió con su enemigo, molestado siempre por el viento. El novillo fue a menos y la faena resultó larga y sin contenido. Lo mejor fue la estocada.

El segundo del lote de Patrick Oliver fue manso en los primeros tercios. En la muleta no quiso pelear, saliendo suelto de todos los pases. Oliver lo intentó todo pero sin la colaboración del novillo el lucimiento fue imposible. Mató de pinchazo hondo y descabello.

Antonio Rosales pasó apuros con el capote en una colada del novillo. Con la muleta consiguió ligar un par de series a base de dejar el engaño en la cara del astado. Avanzada la faena también dio dos series con la zurda que pusieron al público a favor del novillo. Mató de estocada atravesada y llegó a oír un aviso.

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