Plaza de Toros de la Maestranza – Empresa Pagés

Ovaciones para los tres novilleros del cartel

alt2º FESTEJO DE ABONO. Viernes 28 de marzo de 2008.  

Los novilleros Antonio Nazaré, Oliva Soto y Juan Luis Rodríguez saludaron sendas ovaciones en la primera novillada del abono que abrió el ciclo continuado de festejos en la Real Maestranza sevillana después del prólogo del pasado Domingo de Resurrección. Nazaré destacó en series templadas en el primero de su lote, mientras que Oliva Soto hizo la faena más interesante de la tarde al segundo novillo de su lote, trasteo que quedó sin premio al desmoronarse con los aceros.

 

CRÓNICA:

Antonio Nazaré abrió la tarde toreando muy templado en el capote al primer novillo, al que siguió toreando a ritmo lento en la muleta en las dos primeras series. Al torear al natural tragó mucho y el astado le echó mano por fortuna sin consecuencias, cambiando su comportamiento el de El Serrano desde ese momento y provocando que la faena se viniera a menos. Mató de estocada y fue ovacionado.

Se lidiaron cinco novillos de El Serrano -el tercero como sobrero-, bien presentados y desiguales de comportamiento, destacando primero y quinto. El cuarto fue un sobrero de Macandro que resultó deslucido.

Antonio Nazaré, saludos y silencio.

Oliva Soto, silencio y saludos tras aviso.

Juan Luis Rodríguez, silencio tras aviso y saludos.

La plaza registró casi dos tercios de entrada.

En banderillas saludó Javier Andana en el segundo de la tarde.

El segundo de su lote se partió un pitón de salida y fue sustituido por un sobrero de Macandro que resultó mansón y deslucido. Nazaré se esforzó por agradar ante un animal soso y no logró levantar el tono de la tarde. Mató de metisaca, pinchazo y media y su labor fue silenciada.

Oliva Soto comenzó su faena al segundo de la tarde con el sevillano cartucho de pescao. Ya con la derecha intentó someter a un novillo descompuesto que embestía muy rebrincado. Destacó su buena disposición, pero el astado cada vez protestaba más y la faena no pudo remontar vuelo.

Sí lo hizo la que Oliva le planteó al quinto novillo, un animal al que dejó la muleta muy bien puesta en la cara, consiguiendo ligar series que tuvieron vibración. Oliva sacó a relucir sus formas toreras y la plaza vibró por primera vez. Entre series dio tiempo a su enemigo y remató las tandas con buenos pases de pecho y otras alegrías. Sin embargo la tardanza en matar y la necesidad de usar el descabello acabaron por diluir un triunfo que parecía claro. Hubo ovación en lugar de oreja.

El albaceteño José Luis Rodríguez, debutante en esta plaza, se mostró solvente en el primero de su lote, un novillo aquerenciado al que le costaba salir del amparo de las tablas. Insistió ante un animal que no se prestaba a mayor lucimiento. En el sexto, otro tanto de lo mismo. El de El Serrano no se empleó y la insistencia del novillero no pudo llevar a buen puerto, aunque su esfuerzo fue recompensado con una ovación.

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