5º FESTEJO DE ABONO. Lunes 31 de marzo de 2008.
Las ovaciones que escucharon los diestros Sánchez Vara y Fernando Cruz en sus toros fueron el único balance de la tarde en la corrida de Cuadri. La cita no deparó ningún triunfo principalmente por la escasa colaboración del ganado, que no llevó al tendido las emociones esperadas.
CRÓNICA:
El debutante Sánchez Vara fue ovacionado en los dos toros de su lote. En el primero se mostró dispuesto y bastante centrado con un toro que no transmitía y que se paró pronto. Obligó a su enemigo a embestir, pero todo resultaba soso por la condición del astado. Fue ovacionado por su esfuerzo.
Se lidiaron seis toros de Hijos de Celestino Cuadri, bien presentados -hondos y bien hechos- y de escaso juego. Los que parecían dejarse más, como quinto y sexto, tuvieron corta duración.
Sánchez Vara, saludos y saludos.
Iván García, silencio y silencio.
Fernando Cruz, saludos y silencio.
La plaza registró más de media entrada.
En el cuarto se lució en algunos pares de banderillas y comenzó doblándose bien con el toro en una vistosa apertura de faena. Este ‘cuadri’ tuvo más movilidad en el comienzo de faena y permitió al torero dar tres series de muletazos con la derecha antes de venirse a menos y quedarse corto por el pitón izquierdo. La estocada cayó baja y provocó derrame, pero el público aplaudió y Sánchez Vara salió a saludar de nuevo.
Ivan García apuntó bien con el capote en el segundo de la tarde, al que banderilleó con oficio. Este toro se tragó algunos muletazos pero enseguida comenzó a acortar sus embestidas hasta acabar parado. Con un enemigo así, a Iván le costó transmitir algo al tendido.
En el quinto comenzó toreando muy bien a la verónica, destacando los lances por el lado izquierdo y la media. Pero en la muleta el toro también se paró pronto y la labor del torero se centró en intentar sacar partido de un animal muy soso.
El tercero de Cuadri desarrolló serias complicaciones en la muleta, colándose descaradamente en el tanteo inicial y mirando todo el tiempo al torero. Fernando Cruz plantó cara y lo trató con firmeza, realizando un esfuerzo que el público de Sevilla supo valorar.
En el toro que cerró plaza, Cruz aprovechó que el toro metió la cara en el inicio de la faena para dejar un par de series estimables, pero el animal no tuvo continuidad, se vino abajo y restó emoción al nuevo esfuerzo que realizó el diestro madrileño.
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