alt23º FESTEJO DE ABONO. Domingo 18 de mayo de 2008. 

El novillero gaditano Salvador Barberán ha sido el triunfador de la novillada celebrada esta tarde en la Real Maestranza de Sevilla, donde ha cortado una oreja del quinto astado de la tarde. La actuación de Barberán ha sido lo más destacado de una novillada en la que también ha brillado el ganado de El Torreón, propiedad de César Rincón. Pedro Carrero y Calita se han ido de vacío.

 

CRÓNICA:

El novillero Salvador Barberán ha hecho lo más destacado en el 23º festejo del abono sevillano. El algecireño ha cortado una oreja al quinto de la tarde, uno de los novillos de El Torreón que han permitido el triunfo del torero. Hubos dos ejemplares más de buena nota, por lo que la novillada es de las más destacadas de las que llevamos vistas.

Se han lidiado novillos de El Torreón, buenos en conjunto, sobresaliendo segundo, cuarto y quinto, todos ellos ovacionados en el arrastre.

Pedro Carrero, silencio tras aviso y silencio.

Salvador Barberán, palmas y oreja con petición de la segunda y dos vueltas al ruedo.

Calita, silencio tras aviso y silencio.

La plaza registró más de media entrada en tarde nublada y ventosa por momentos.

Saludó en banderillas Álvaro Guisasola en el sexto.

Barberán ya mostró la calidad de su toreo en el primero de su lote, un buen novillo al que dio buenos muletazos por el lado derecho, con buen trazo y buen sentido del temple. Las dos primeras series diestras fueron buenas y la música comenzó a sonar. La tercera al natural resultó menos limpia y de nuevo subió el tono por el pitón derecho. La espada no le funcionó y no pudo alcanzar el triunfo en este segundo de la tarde.

Sí lo haría en el quinto, un novillo que rompió a embestir con profundidad por el pitón izquierdo, lado por el que Barberán aprovechó para ligar las mejores series de la tarde. La faena se entonó a partir de la tercera serie, comenzó a sonar la música pero un inoportuno desarme cortó el hilo. Pronto lo retomaría Barberán, que cuajó tres series de naturales de bella factura, muy ligados y bien rematados, seguidos de buenos doblones para rematar la faena. La plaza reaccionó con entusiasmo y, como el muchacho mató de forma efectiva, se llegó a pedir la segunda oreja . El trofeo no fue concedido por la presidenta y el novillero gaditano dio dos vueltas al ruedo.

Abrió plaza Pedro Carrero, que dibujó algún que otro muletazo suelto estimable al primero de su lote. La falta de raza de este primer astado de El Torreón y el fuerte viento reinante en ese momento dificultaron la tarea del madrileño, que puso voluntad pero no pudo sacar nada en claro.

El cuarto novillo fue bravo en el caballo, empleándose en los dos puyazos que recibió. En la faena hubo una buena serie al natural rematada con buen pase de pecho que hizo sonar la música. A continuación se produjo un desarme que bajó el tono y ya el trasteo no recuperó el nivel, de modo que el novillo recibió ovación en el arrastre y la labor de Carrero fue silenciada.

El mexicano Calita, triunfador el año pasado en el certamen de noveles de la Real Maestranza, no tuvo suerte con su lote. Le tocaron los dos novillos con menos posibilidades de la manejable novillada de El Torreón. Su primero no acabó de romper y Calita estuvo firme y dispuesto, consiguiendo un par de series por el lado izquierdo de gran mérito. Estuvo por encima de su oponente, al que pinchó dos veces antes de cobrar una estocada. Su labor fue silenciada.

El sexto fue el novillo más complicado y deslucido de la tarde, de modo que los intentos de Calita por lograr algo brillante resultaran vanos. El del Torreón se rajó pronto, buscó tablas y en ese terreno el mexicano intentó por todos los medios sacar partido. Mató de estocada baja y otra vez hubo silencio.

 

 

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