Vueltas al ruedo de Raúl Sáez y Jonathan López y cornada a Francisco Manuel Alonso

SEGUNDA NOVILLADA DE PROMOCIÓN. Jueves 12 dejulio de 2007.  

Los novilleros Raúl Sáez y Jonathan López dieron sendas vueltas al ruedo en el segundo festejo nocturno celebrado en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Ambos destacaron en una novillada en la que la peor tarde se la llevó el sevillano de La Algaba Francisco Manuel Alonso, que resultó herido por el quinto novillo.

 

CRÓNICA:

Paco Gallego, nacido en Sevilla pero forjado taurinamente en Algeciras, abrió plaza con un novillo noble aunque flojo de Tornay. La sosería del animal no ayudó al chaval a llegar al público. Su toreo brilló más al natural, demostrando atesorar buenas maneras. Saludó tras estocada de rápido efecto.

Martínez Enamorado, de Paterna del Campo (Huelva), sufrió una fuerte voletereta en el segundo de la tarde. Visiblemente conmocionado, volvió a la cara del novillo aunque sin poder coger el hilo a la faena, muy limitado por su escaso oficio.

El murciano Raúl Sáez toreó muy bien con el capote al tercero. Sus lances a la verónica fueron los mejores de la noche. También sobresalió en el toreo al natural citando de frente, demostrando por momentos que sabe hacer las cosas con buen gusto. Su actuación gustó y desde el tendido se reclamó para él una oreja no concedida por el palco. Dio la vuelta al ruedo.

Jonathan López, que es de la Escuela de Ronda, ya se dejó ver en un quite por tafalleras en el tercer novillo. En el suyo estuvo animoso con el capote y a un gran nivel con la muleta, realizando la faena más completa de la noche. Brilló primero en el toreo diestro, pitón por el que ligó los muletazos al excelente novillo de Tornay, y de forma muy especial en el toreo a dos manos con el que cerró la faena, donde surgieron muletazos de gran plasticidad. Tenía un triunfo importante en sus manos cuando falló con el acero. Todo quedó en vuelta al ruedo.

La peor parte de este segundo festejo de promoción se la llevó Francisco Manuel Alonso, que es de La Algaba pero milita en la escuela de Guillena. Sorteó un novillo brusco y descompuesto que llegó a alcanzarle en la faena de muleta, teniendo de pasar a la enfermería.

Cerró la noche el mexicano Ernesto Javier Calita, que es alumno de la Escuela de Sevilla y que anduvo dispuesto con un novillo mirón y nada fácil. Hizo un esfuerzo y dejó buena impresión este mexicano en su debut maestrante.