Sin trofeos en la última novillada del abono

27º FESTEJO DE ABONO. Domingo 28 de junio de 2009.  

Los novilleros Juan Luis Rodríguez, Diego Lleonart y Rafael Castellanos se fueron de vacío de la última novillada de abono de la Maestranza, en una tarde en la que destacó el juego de algún novillo de Javier Molina, en especial el tercero, que fue ovacionado en el arrastre.

 

CRÓNICA:

Las ovaciones que escucharon Juan Luis Rodríguez en su primero y Rafael Castellanos en el tercero de la tarde fueron el balance de la última novillada de abono, donde hubo novillos que se prestaron para el triunfo.

Juan Luis Rodríguez, que fue incluido a última hora en el puesto vacante de este festejo, causó grata impresión en su primero. El novillo fue noble pero justo de fuerza y algo soso, pero el novillero estuvo firme con él, mostrando compostura y buen trazo en su toreo. Extendió mucho la faena y mató de estocada efectiva. Saludó desde el tercio.

En el cuarto, Rodríguez fue más molestado por un novillo más brusco y por el viento. El novillero albaceteño se sobrepuso a la dificultad, sobre todo en la fase final de la faena. Mató mal, con dos estocadas que hicieron guardia y su labor fue silenciada tras escuchar un aviso.

Diego Lleonart estuvo voluntarioso con un primer novillo al que le costaba romper, pero cuando lo hacía humillaba e iba hasta el final. La faena no remontó vuelo y Lleonart mató de estocada efectiva. Silencio.

En el segundo de su lote, un novillo que peleó muy bien en el caballo, derribando en el primer encuentro, estuvo menos cómodo con un animal más encastado que se defendía y descomponía los intentos del novillero castellonense.

Rafael Castellanos conectó bien con los tendidos en el recibo de capa a su primero, donde se mostró bullidor y con ganas. Mantuvo esa actitud en la faena de muleta ante el mejor novillo de la tarde, tapando con sus ganas muchos defectos técnicos debidos a su inexperiencia. De cualquier modo, le costó cogerle el aire al bravo novillo de Molina, siendo desarmado hasta en tres ocasiones. Al final se tuvo que conformar con saludar desde el tercio.

El sexto resultó muy parado y no dio opción de lucimiento al novillero de Campo de Criptana, que probó a cambiarlo de terreno e insistió, pero sin obtener resultado positivo.