alt3º FESTEJO DE ABONO. Sábado 14 de abril de 2007. 

El matador de toros Antonio Ferrera ha conseguido cortar la única oreja de la tarde en la Maestranza sevillana. Lo logró en el quinto toro, al que banderilleó de forma espectacular poniendo al público en pie y al que posteriormente sacó partido con la muleta, especialmente por el lado derecho, pitón por el que llegaron los mejores momentos de su toreo.

 

CRÓNICA:

El protagonista de la tarde fue Antonio Ferrera, que en el quinto logró que el público vibrara en un espectacular y variado tercio de banderillas, tanto que la plaza entera se puso en pie para ovacionarle. Especialmente sorprendentes resultaron el segundo par, citando de espaldas y quebrando después de recortar la embestida del toro, y el tercero, con un quiebro al hilo de las tablas adornado con un ceñido recorte por dentro. Esta vibración tuvo continuidad en la faena de muleta, en la que Ferrera supo aprovechar el pitón más potable del toro -el derecho- para construir una faena interesante que le valió el corte de una oreja.

Se lidiaron seis toros de José Luis Pereda-LaDehesilla, el segundo sobrero de la misma ganadería, bien presentados y de juego desigual y en su mayoría deslucido.

Uceda Leal, silencio tras aviso y silencio.

Antonio Ferrera, silencio tras aviso y oreja.

Antonio Barrera, silencio y silencio tras aviso.

La plaza registró dos tercios de entrada en tarde agradable.

En el primero de su lote, el torero extremeño también puso mucho de su parte ante un toro que tendía a huir siempre del engaño. A base de dejarle la muleta puesta y sujetarlo logró varias tandas que también fueron del agrado del respetable. En este toro se lució igualmente en el tercio de banderillas.

El torero que encabezaba el cartel, Uceda Leal, tuvo un primer toro complicado que le puso en apuros en varias ocasiones. Uceda estuvo voluntarioso e intentó sacar partido de un oponente con pocas posibilidades. Un tanto de lo mismo le sucedió en el cuarto de la tarde, toro descompuesto ante el que insistió durante bastante tiempo sin lograr que la faena remontara vuelo.

Antonio Barrera comenzó su faena al tercero con dos pases cambiados por la espalda en los medios, pero pronto se encontró con un toro que no se empleaba y que acortaba cada vez más su embestida hasta terminar parado. Sus intentos no dieron fruto en éste y tampoco en el sexto, al que recibió con una larga cambiada en el tercio. Este último astado se le coló en el arranque de la faena y embistió sin continuidad y un tanto descompuesto, lo que obligó al torero a hacer un esfuerzo por cumplir en su única cita maestrante.

 

 

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