26º FESTEJO DE ABONO. Domingo 10 de junio de 2007.
Los novilleros Manuel Ocaña ‘El Sombrerero’, José Ramón García ‘Chechu’ y Curro Chicuelo se han ido de vacío en el festejo de abono celebrado en la Real Maestranza, marcado por el escaso juego de los novillos, que dieron pocas opciones a los chavales.
CRÓNICA:
El Sombrerero recibió al que abrió plaza con una larga de rodillas en el tercio. El novillo manseó en varas y llegó a la muleta sin transmisión y rajado. Destacar un par de muletazos por el pitón derecho. El cuarto tuvo algo más de calidad y permitió algunos lances con el capote. En la muleta embistió más largo y humillado en un par de series por el pitón derecho, pero se paró muy pronto. El Sombrerero se alargó en exceso y oyó un aviso antes incluso de entrara a matar.
Se han lidiado reses de Giménez Indarte, desiguales, mansos y de nulo juego. El cuarto tuvo algo más de calidad en su embestida, pero se paró pronto. El sexto fue un sobrero de El Serrano, de embestida irregular y descompuesta.
El Sombrerero, silencio tras aviso y saludos tras aviso.
Chechu, silencio y silencio tras aviso.
Curro Chicuelo, saludos tras aviso y palmas de despedida tras aviso.
En cuadrillas, David Muñoz ‘Lebrija’ y Álvaro López ‘Azuca’ han saludado montera en mano tras banderillear al sexto.
La plaza registró media entrada en tarde agradable.
Correcto estuvo Chechu en el recibo de capa al primero de su lote y no pasó de pulcro con la muleta ante un ejemplar muy soso y que cada vez se quedaba más corto. El quinto tampoco le dio opciones; el animal echó las manos por delante de salida y se pegó una tremenda voltereta. Manseó en el caballo, se dolió en banderillas y llegó al último tercio muy parado. Imposible el lucimiento.
Los mejores capotazos de la tarde llegaron de la mano de Curro Chicuelo en el recibo al tercero. Hubo temple y hondura en las verónicas con las que fue ganándole terreno al de Giménez Indarte. La pena es que el novillo cantó su querencia a tablas a las primeras de cambio y tras la primera serie de muletazos se rajó descaradamente. El sexto titular fue devuleto a corrales por manifiesta falta de fuerza. En su lugar saltó un sobrero de El Serrano que, de salida, se quedó cortito en las telas. Se vino arriba el animal, aunque su embestida en la muleta siempre fue descompuesta y muy irregular. Con todo, Chicuelo se templó y bajó la mano en algunos compases, antes de estar muy desacertado con la espada.
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